viernes, 9 de mayo de 2014

Analizando las prácticas de evaluación más frecuentes

Me piden que realice una encuesta con Google Drive para después analizar cómo evalúan los profesores de mi centro y de mi red personal de aprendizaje. Nunca había realizado un cuestionario con esa herramienta y me ha resultado muy fácil, luego los resultados son automáticamente volcados en una hoja de cálculo y hasta puedes ver el resultado en forma de gráfica sin hacer nada.
Aquí mi cuestionario, por si eres docente y te quieres animar a realizarlo:



La verdad es que viendo cómo se montaron el cuestionario otros compañeros del curso, veo que el mío salió bastante mal. Es difícil sacar conclusiones con los resultados ya que las preguntas no están muy elaboradas. Cierto es que me ceñí al guion (me acabo de enterar de que se puede escribir sin tilde O.o) que nos dieron para la realización del cuestionario y no le dediqué tiempo a las preguntas, tenía ganas de ver cómo funcionaban los cuestionarios estos.
Contestaron 22 personas, la gran mayoría fueron compañeros de mi centro (les pasé por Whatsapp el enlace para que contestaran :-P). Las gráficas generadas automáticamente por Google Drive se pueden consultar aquí.
A continuación destacaré las gráficas que me parece que aportan algo de información y una que elaboré yo por pura curiosidad.


Parece que los alumnos poco tienen que decir en su propia evaluación. Darle voz a los alumnos para que evalúen su trabajo o el de sus compañeros supondría, en la mayoría de los casos, salir de la famosa zona de confort, es decir una incomodidad muy grande. No se si será por ese motivo, no me siento muy cómodo con la idea, aunque creo que es porque no tengo ni idea de cómo podría hacerlo de una manera con la que estuviera conforme (si es que la hay).



Pedí que contestaran la opción más restrictiva, es decir, si evalúan tras cada unidad y también al final del trimestre, debían contestar la primera opción. Algunos me pusieron en los comentarios que hacían evaluación continua, la verdad es que podía haber puesto esa opción. Me sorprende que 3 personas contestaran que sólo evalúan al final del trimestre, creo que una prueba aislada al final del trimestre no refleja realmente lo que el alumno sabe.


Podemos observar que sólo un cuarto de los que contestaron son de ciencias, esto ayuda a analizar los datos de las dos siguientes preguntas.


No se debe de atender a los porcentajes, era una pregunta de opción múltiple y los porcentajes no reflejan una información acerca de la que poder sacar conclusiones. Debemos quedarnos con que 22 personas contestaron al cuestionario y con el número de esas personas que utiliza los distintos métodos de evaluación.
Pocos realizan exámenes orales, si yo me plantease hacerlos, me parece que necesitaría una semana entera para evaluar a la clase entera. Sí que saco a la pizarra y el desempeño lo tengo en cuenta para la evaluación del final del trimestre, me ayuda a saber si, independientemente de lo que me demuestren en el examen escrito, saben o no la materia.
El hecho de que la mayoría de los que contestaron sean de humanidades, me hace entender que más de la mitad realice expresiones orales.


A la vista de estos resultados, me dieron ganas de comparar el uso de rúbricas con el área. Aquí está:
 
Como podemos ver, los profesores de humanidades utilizan más rúbricas para evaluar que los de ciencias. Aunque los de humanidades utilizan en la misma medida rúbricas que corrección tradicional.
 
 En cuanto a mi propia práctica, como ya he comentado en otras entradas, sigo la metodología del PAI (Programa de los Años Intermedios del Bachillerato Internacional) y ello me obliga a evaluar utilizando los criterios de evaluación y rúbricas para corregir los tareas y evaluar. En 3º de la ESO también se corrigen algunas pruebas con corrección tradicional. La verdad es que sólo hago exámenes escritos, podría mejorar en ese aspecto.
 
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 4 de mayo de 2014

Diseñando ¿Hablas matemáticas?, ahora con TIC.

En la entrada anterior realicé una especie de infografía de la integración de las TIC en el proyecto. Ahora me piden que incorpore esos elementos en el diseño del proyecto. Así que, una vez más, ahí va:



Título del proyecto: ¿Hablas matemáticas?
Perfil de los estudiantes participantes: Secundaria
Producto final: Los alumnos deben plantear un problema de la vida real.
Relación con el currículo: Depende de la etapa y el momento en la que se realice, puede ser cálculo, álgebra, geometría o estadística, eso en cuanto a matemáticas. En cuanto a lengua, sería análisis de un texto (tipo comentario de texto) y elaboración de un escrito.
Fases de desarrollo del proyecto: 5
Temporalización: 4 clases de matemáticas, 2 clases de lengua y trabajo fuera del aula. Dos semanas de tiempo total desde que empieza hasta que termina.

 Requisitos materiales y humanos: Ningún requisito material específico, los alumnos deberán de poder consultar en internet en su tiempo libre para investigar y disponen de los ordenadores de la biblioteca y de los ordenadores de la sala de ordenadores. En cuanto a material humano, dispondremos de dos profesores de lengua y uno de matemáticas. También se podría involucrar algún profesor de cualquier asignatura de ciencias si los alumnos lo creen necesario y ese profesor tiene disponibilidad para que su problema sea de la vida real (es decir, con fundamento).
 
Fases del proyecto
 
Primera fase: El profesor de matemáticas proporciona a los profesores de lengua problemas de la vida real (elaborados con Office y guardados en PDF en una carpeta compartida para el proyecto en Dropbox) a los que ya se han enfrentado los alumnos y con los que han tenido dificultades. En el pleno de la clase se leen, se analizan y comentan (se proyectan en la pantalla digital de SMART y se utiliza el SMART INK para subrayar y anotar sobre el texto, las notas se colgarán en Moodle). El profesor de lengua debe asegurarse de que los alumnos comprenden los textos, de que saben lo que se pide y lo que se da. También con el profesor de lengua, los alumnos debaten acerca de si se podría haber escrito mejor el texto de los problemas, para que se comprendieran mejor.
 Una vez comprendidos los textos, con el profesor de matemáticas se discuten qué datos no son relevantes y deben obviarse y qué datos sí son relevantes. Tras esto, se barajan las diferentes estrategias de resolución hasta dar con la adecuada. Puesto que estos problemas ya han sido resueltos con anterioridad, no hará falta resolverlos, sólo discutir acerca de la resolución. (Las conclusiones de las diferentes discusiones se colgarán en un foro de Moodle, creado ex profeso, tanto de lengua como de matemáticas, en dónde seguirá la discusión de ser necesario)
Segunda fase: Se divide la clase en grupos de tal manera que cada grupo tenga, como mínimo, tantos miembros como el número de grupos menos uno. Las situaciones ideales se darían, por ejemplo, en una clase con 20 alumnos, en dónde se puede dividir en 5 grupos de 4 alumnos; o en una de 30, en la que se podrían formar 6 grupos de 5. Entremedias de esos valores, se deberían hacer grupos desiguales, si, por ejemplo, tenemos 24 alumnos, haríamos 5 grupos, 4 con 5 alumnos y uno de 4. El motivo de esto está en la tercera y cuarta fases del proyecto.
Los grupos deben hacerlos los profesores de manera homogénea, atendiendo a la capacidad y desempeño tanto en lengua como en matemáticas. Deben ser equilibrados. (Una vez informados los alumnos de los grupos, deberán matricularse en ese grupo en Moodle, ahí llevarán el diario de trabajo)
Se explica a los grupos lo que deben hacer: Cada grupo debe investigar sobre un tema de su interés, de manera que puedan formular un problema de la vida real basado en ese tema. El profesor de lengua se asegurará de que esté bien escrito y el de matemáticas de que sea resoluble y que aporte valor. (Se colgarán en e foro de Moodle las instrucciones y los alumnos podrán exponer sus dudas)
En esta segunda fase, los alumnos deberán enseñar a sus familias los enunciados. Éstas los leerán y dirán a los alumnos lo que han entendido del texto. Seguidamente, los a lumnos explicarán lo que se supone que debían haber entendido; y las familias comentarán cómo debería estar expresado para que lo hubieran entendido a la primera. Los alumno discutirán en grupo esas mejoras y las incorporarán al texto. (Cada grupo compartirá una carpeta en Dropbox, a la que tendrán acceso también los profesores, en la que irán subiendo su trabajo, creado con Office gracias a la cuenta que proporciona el colegio y usarán  un foro sólo para el grupo para coordinarse)
Los grupos deben crear también rúbricas para la corrección de el problema que han elaborado, así cómo no mostrar su trabajo a los otros grupos.
Tercera fase: Una vez completos, se subirán a la página de la tarea creada en Moodle en dónde el sistema anti-plagio Ephorus analizarà las entregas. También se colgarán en el foro del proyecto, enlaces a los documentos de Dropbox con los enunciados, de manera que cada grupo se descargue (e imprima) una copia de cada problema diferente.
Se realizará una lectura comprensiva dentro de cada grupo y se asegurarán de que todos los integrantes entienden todos los enunciados, con la ayuda del profesor de lengua. Tras esto, se deben repartir los problemas dentro de cada grupo y cada miembro resuelve uno (el profesor de matemáticas deberá supervisar ese reparto para que cada alumno sea capaz de resolver el que le toque). Si en algún grupo hay más alumnos que problemas, entre los profesores supervisarán las parejas que se forman para resolver juntos uno de los problemas. (En el foro creado para cada grupo, podrá continuar el debate)
En grupo se supervisará la resolución de los problemas y se subirán las resoluciones hechas con Office a otra tarea de Moodle creada, de manera que Ephorus vigile que no se hayan copiado entre ellos. Además deberán poner en el foro un enlace al documento de Dropbox.
Cuarta fase: Se imprimen y se reparten los problemas resueltos por los alumnos a los grupos que los crearon para que los corrijan con la rúbrica. Los profesores los recogerán y, tras revisarlos, los devolverán a los grupos que los resolvieron. 
Quinta fase: Se realiza una reflexión acerca de lo aprendido en el proyecto y el trabajo en equipo. Esto forma parte de los planificadores de unidades del PAI, los alumnos deben reflexionar al final de cada unidad y contestar a preguntas del tipo ¿Qué es lo que más te ha gustado? o ¿Qué harías diferente la próxima vez?
En esta última fase, los alumnos crearán una presentación, con SMART Notebook o algún otro software de presentaciones, en dónde explicarán el proceso de elaboración del problema y las dificultades encontradas al resolver el problema de sus compañeros. Estas presentaciones se harán accesibles a todo el curso.
Evaluación: Desde el departamento de lengua se evaluará como un escrito elaborado por los alumnos, tanto el problema como las soluciones. Desde matemáticas, se evaluarán también los problemas y las soluciones, en cuanto a los problemas, las matemáticas necesarias para resolver el problema; y en cuanto a las soluciones, la corrección de estas.

sábado, 3 de mayo de 2014

Integrando las TIC en el proyecto ¿Hablas matemáticas?

A partir de tres imágenes, debo mostrar cómo integraré las tecnologías de la información y comunicación en el proyecto que estoy diseñando. Primero debo aclarar que en mi centro todos (profesores y alumnos) tenemos una dirección de email institucional que lleva asociada una cuenta de Moodle y una de Office 365. Además, los profesores tenemos una cuenta de Dropbox asociada que está conectada con Moodle, para no sobrecargarlo. A los alumnos, se les pide que creen una cuenta de Dropbox para que la usen a la hora de trabajar en grupo y (algunas veces) para subir archivos a Moodle.

 


jueves, 1 de mayo de 2014

¡El proyecto ¿hablas matemáticas? cobrará vida durante este curso!

Estoy muy emocionado, debo decir. Todo apunta a que el proyecto no sólo saldrá adelante, sino que vamos a llevarlo a cabo durante el presente curso escolar. ¡En un par de semanas!
En el curso me piden que socialice el proyecto, que no es sólo la socialización rica de la que hablé hace poco, sino que debía encontrar socios que "avalaran" el proyecto. Me permiten buscar ese apoyo entre los participantes del curso y, también, puedo buscar socios que no estén realizando el curso.
Comencé buscando entre los del curso y dos personas se interesaron, pero no he sabido nada de ellas, siempre serán bienvenidas si se quieren subir al carro. Así que, al final, recurrí a mis compañeros de trabajo.
 
Como ya he comentado, en mi centro seguimos la metodología del BI (Bachillerato Internacional), en secundaria se llama PAI (Programa de los Años Intermedios). Se evalúa mediante criterios de evaluación "tipo competencias básicas" y las unidades deben llevar asociado un planificador de la unidad en dónde queden claros los conceptos importantes de la unidad (metas de comprensión), área de interacción (tópico generativo) y pregunta de la unidad (hilo conductor). Según ésta metodología, cada asignatura debe realizar una unidad interdisciplinar (como mínimo) al año y el proyecto ¿Hablas matemáticas? será la unidad interdisciplinar que llevaremos a cabo las asignaturas de lengua y matemáticas en tercero de ESO.

Les voy a presentar a mis compañeros en el proyecto, ellos son los profesores que imparten la asignatura de lengua en ese curso:
 
http://www.osdad.org/
Belén González Morales es profesora de Lengua en secundaria, responsable de la biblioteca del centro y del programa de Comunidad y Servicio (esto forma parte del PAI). Belén trabajó como becaria en la biblioteca de investigación de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid, ¡en mi facultad! Ninguno de los dos nos acordamos, pero las fechas coinciden, nos debimos de conocer en esa época. Ahora se está encargando de poner en orden la biblioteca del centro de cara a, en un futuro, comenzar a dar un servicio de préstamo. Por ahora los alumnos pueden ir a la biblioteca a consultar, pero no pueden sacar ningún libro ni revista. Por otro lado, es muy importante la labor que realiza en Comunidad y Servicio, en donde se pone de acuerdo con oenegés para que los alumnos realicen algún tipo de labor social. También es para destacar su implicación con los alumnos, de ahí que esté muy interesada en participar en el proyecto y ayudar a los alumnos a mejorar en comprensión lectora.

Daniel Cabrera Doreste es también profesor de lengua pero no sólo da clase en secundaria, sino que también imparte la asignatura de filosofía en bachillerato. El año pasado realicé con Daniel el curso de EpC1 (Enseñanza para la Comprensión) organizado por Wide World (Universidad de Harvard) y, posteriormente, fue a Toledo a escuchar al mismísimo David PerKin en el II Congreso de Innovación Educativa ENAP. Le gusta pensar y no le da miedo salir de su zona de confort, por eso se apuntó enseguida a experimentar con el AbP (Aprendizaje basado en Proyectos).
Estuve hablando con Belén y con Daniel acerca del proyecto, les expuse mi idea, las fases en las que iba a constar y, la verdad, es que no añadieron ni quitaron nada, les pareció que estaba bastante bien como estaba :-P.

Recordemos los elementos y la descripción del proyecto, incorporando ahora la participación de Daniel y Belén:
Título del proyecto: ¿Hablas matemáticas?
Perfil de los estudiantes participantes: Secundaria
Producto final: Los alumnos deben plantear un problema de la vida real.
Relación con el currículo: Depende de la etapa y el momento en la que se realice, puede ser cálculo, álgebra, geometría o estadística, eso en cuanto a matemáticas. En cuanto a lengua, sería análisis de un texto (tipo comentario de texto) y elaboración de un escrito.
Fases de desarrollo del proyecto: 5
Temporalización: 4 clases de matemáticas, 2 clases de lengua y trabajo fuera del aula. Dos semanas de tiempo total desde que empieza hasta que termina.
Requisitos materiales y humanos: Ningún requisito material específico, los alumnos deberán de poder consultar en internet en su tiempo libre para investigar y disponen de los ordenadores de la biblioteca y de los ordenadores de la sala de ordenadores. En cuanto a material humano, dispondremos de dos profesores de lengua y uno de matemáticas. También se podría involucrar algún profesor de cualquier asignatura de ciencias si los alumnos lo creen necesario y ese profesor tiene disponibilidad para que su problema sea de la vida real (es decir, con fundamento).
Fases del proyecto:
Primera fase: El profesor de matemáticas proporciona a los profesores de lengua problemas de la vida real a los que ya se han enfrentado los alumnos y con los que han tenido dificultades. En el pleno de la clase se leen, se analizan y comentan. El profesor de lengua debe asegurarse de que los alumnos comprenden los textos, de que saben lo que se pide y lo que se da. También con el profesor de lengua, los alumnos debaten acerca de si se podría haber escrito mejor el texto de los problemas, para que se comprendieran mejor.
 Una vez comprendidos los textos, con el profesor de matemáticas se discuten qué datos no son relevantes y deben obviarse y qué datos sí son relevantes. Tras esto, se barajan las diferentes estrategias de resolución hasta dar con la adecuada. Puesto que estos problemas ya han sido resueltos con anterioridad, no hará falta resolverlos, sólo discutir acerca de la resolución.
Segunda fase: Se divide la clase en grupos de tal manera que cada grupo tenga, como mínimo, tantos miembros como el número de grupos menos uno. Las situaciones ideales se darían, por ejemplo, en una clase con 20 alumnos, en dónde se puede dividir en 5 grupos de 4 alumnos; o en una de 30, en la que se podrían formar 6 grupos de 5. Entremedias de esos valores, se deberían hacer grupos desiguales, si, por ejemplo, tenemos 24 alumnos, haríamos 5 grupos, 4 con 5 alumnos y uno de 4. El motivo de esto está en la tercera y cuarta fases del proyecto.
Los grupos deben hacerlos los profesores de manera homogénea, atendiendo a la capacidad y desempeño tanto en lengua como en matemáticas. Deben ser equilibrados.
Se explica a los grupos lo que deben hacer: Cada grupo debe investigar sobre un tema de su interés, de manera que puedan formular un problema de la vida real basado en ese tema. El profesor de lengua se asegurará de que esté bien escrito y el de matemáticas de que sea resoluble y que aporte valor.
En esta segunda fase, los alumnos deberán enseñar a sus familias los enunciados. Éstas los leerán y dirán a los alumnos lo que han entendido del texto. Seguidamente, los alumnos explicarán lo que se supone que debían haber entendido; y las familias comentarán cómo debería estar expresado para que lo hubieran entendido a la primera. Los alumno discutirán en grupo esas mejoras y las incorporarán al texto.
Los grupos deben crear también rúbricas para la corrección de el problema que han elaborado. 
Tercera fase: Una vez completos, se imprimirán copias de los enunciado, de manera que a cada grupo se le reparte una copia de cada problema diferente.
Se realizará una lectura comprensiva dentro de cada grupo y se asegurarán de que todos los integrantes entienden todos los enunciados, con la ayuda del profesor de lengua. Tras esto, se deben repartir los problemas dentro de cada grupo y cada miembro resuelve uno (el profesor de matemáticas deberá supervisar ese reparto para que cada alumno sea capaz de resolver el que le toque). Si en algún grupo hay más alumnos que problemas, entre los profesores supervisarán las parejas que se forman para resolver juntos uno de los problemas.
En grupo se supervisará la resolución de los problemas y se entregarán a los profesores. 
Cuarta fase: Se reparten los problemas resueltos por los alumnos a los grupos que los crearon para que los corrijan con la rúbrica. Los profesores los recogerán y, tras revisarlos, los devolverán a los grupos que los resolvieron. 
Quinta fase: Se realiza una reflexión acerca de lo aprendido en el proyecto y el trabajo en equipo. Esto forma parte de los planificadores de unidades del PAI, los alumnos deben reflexionar al final de cada unidad y contestar a preguntas del tipo ¿Qué es lo que más te ha gustado? o ¿Qué harías diferente la próxima vez?
Evaluación: Desde el departamento de lengua se evaluará como un escrito elaborado por los alumnos, tanto el problema como las soluciones. Desde matemáticas, se evaluarán también los problemas y las soluciones, en cuanto a los problemas, las matemáticas necesarias para resolver el problema; y en cuanto a las soluciones, la corrección de estas.
Entre Belén, Daniel y yo, elaboraremos el planificador de unidades, que incluye qué criterios (de entre los del PAI) usaremos para evaluar el trabajo de los alumnos, así cómo las rúbricas de los distintos niveles de logro. Faltaría decir que los alumnos deberán utilizar un diario de trabajo que se entregará al finalizar el proyecto y se utilizará para evaluar Aprender a Aprender.